7/6/09

Sin título 2º.

Soy el desconocido saboteador,
ese que busca perplejo
la oportunidad de pronunciar
la sentencia final.
Las deidades sin conciencia animal
reinan el imaginario,
colectivizando y marginando,
blanco y negro en un mismo cuerpo,
en un mismo instante.
Todos tratan de mirar hacia el cielo,
recibiendo la respuesta energética celestial,
esa que nos hace mirar desde un suelo.

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